Suele suceder que luego de elecciones, todos los que participan salen a mostrarse como ganadores, aferrandose a algo. Y ahí se nos viene a la cabeza el “gran triunfo” de Rodriguez Saa… en una mesa de Necochea alla por el 2003.
Las elecciones en la UBA no fueron la excepción: los principales actores se consideran todos como ganadores, ya sea por “elección histórica”, “batacazo” o “crecimiento inigualable”, y califican el desempeño de sus adversarios como “fracaso” o “derrumbe catastrófico”.
Para ser más sensatos, y bajar un poco la fiebre de cancha electoralera y de arenga vacía, intentaremos tirar algunos elementos para profundizar un poco los análisis.
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Acorde al clima conservador que se expresó a lo largo y ancho del país en las distintas elecciones, en la UBA se mantuvieron los “oficialismos” en los centros de estudiantes, al mejor estilo “Juntos venimos bien”, que todos los que ya estaban -desde la franja hasta la izquierda (amplia)- supieron utilizar a conveniencia.
Sobre el papel del kirchnerismo en la UBA. Este debe ser uno de los años de mayor fortaleza del gobierno nacional (aunque coyuntural y veremos post octubre cuánto le dura), luego del importante triunfo en las primarias con más del 50% y un posible aumento en octubre. Pese a eso, el kirchnerismo tiene en la UBA el mismo problema que a nivel nacional: no tiene una fuerza orgánica que le responda directamente, tropa propia y de fiar (como también le pasa con la burguesía, en los sindicatos, y con los intendentes del conur). Además, el peronismo está más dividido que el Indio y Skay y cada uno tiene su propio negocio. Básicamente, en la UBA “la militancia K” no puede dirigir ni una bicicleta con rueditas (¿¡y estos son la apuesta de próximos burócratas estatales!? Cris, pensalo…). El gobierno puede coyunturalmente tener un apoyo abrumador y amplísimo a lo largo y ancho del país (por eso estas elecciones expresan bastante el techo para los K en la UBA), pero eso no se traduce automáticamente en fuerza social y militancia K.
No son para despreciar los resultados obtenidos, se presentaron en nuevas facultades donde ni tenían militancia, en algunos lugares obtuvieron mayores porcentajes, en otras se mantuvieron o retrocedieron, consiguieron consejeros directivos, estuvieron muy cerca de ganar el centro en Sociales, bla. De conjunto, aunque sea superestructuralmente (que es lo que mejor saben hacer los chicos de La Campora y cía), existen como fuerza política en la UBA, que es algo que desde los 80´ jamás pudo hacer el peronismo. En esto los K pueden sentirse “ganadores”. Pero, insisto: para lo que necesita verdaderamente el kirchnerismo, los veo complicados, porque ese peso por arriba no va traducirse en organización y crecimiento posta de la militancia K en la UBA.
El tema es que si algo “progre” le quedaba a esa “juventud maravillosa”, ellos mismos se están encargando de sepultarlo: como el viernes por la noche en Sociales que cantaron contra los trabajadores del subte y la izquierda, agitando una pancarta gigante con la tarjeta Sube que decía “tendinitis”. Eso es expresión de un camino que se empezó a recorrer, sobre todo desde el año pasado. Para militar con ustedes, hay que apoyar más que la asignación universal, matrimonio igualitario y ley de medios, porque hay que tapar los cadáveres del gobierno en el Indoamericano, Ledesma, Qom de Formosa, y los problemas estructurales de la pobreza, la tercerización y la vivienda que siguen sin resolverse.
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Pero ojo con los que hablan de “derrumbe K” desde principio año, y ya tuvieron que cambiar la caracterización 4 o 5 veces en dos meses (sobre todo después del 50%). Separemos la debilidad estratégica del kirchnerismo de su fortaleza coyuntural, porque hablar de “derrumbe” nos puede desarmar para las tareas que hoy tenemos planteadas: la izquierda tiene que prepararse con tutti para dar una disputa seria y estratégica con el kichnerismo, cosa que -claro está- contando votitos o delegados “made in fuba” eso no se hace.
La izquierda ha mostrado una vez más que tiene un peso muy importante en la UBA, que se ha reconfigurado con avances y retrocesos, pero que, en 8 años de desvío, intentos de cooptación y domesticación de la juventud, el kirchnerismo no ha podido sacársela de encima. Y la conformación del Frente de Izquierda –que derrotó la proscripción a nivel nacional- la ha reforzado.
Es que la izquierda no sólo tiene una importante tradición desde hace varios años en la universidad, sentando jalones importantes como hicimos desde la juventud del PTS con las Interfacultades (que surgieron en los 90´ como organismo de base para enfrentar las leyes educativas privatistas del menemismo y que continuamos los siguientes años como en el 2010 con la Interestudiantil), o construyendo la unidad obrero estudiantil desde Brukman y Zanon hasta Kraft en el 2009, la elección directa en Socio del 2002, cuestionando el régimen antidemocrático y feudal de la universidad, o en la lucha contra la impunidad peleando por la aparición de Julio Lopez y Luciano Arruga.
Hoy seguimos dando estas peleas, con una lucha política implacable contra los intentos “restauracionistas del orden” del gobierno nacional. Y son miles los que una vez más en la universidad han expresado que comparten esta perspectiva, aun sea pasivamente. Tomando las elecciones como “recuento globular de fuerzas” (como hemos expresado otras veces), la Izquierda, en una coyuntura conservadora -donde prima sobre todo la confianza en las reformas desde arriba (aunque tuvimos comienzos de acción directa como en el Indoamericano o Jujuy), el individualismo brutal y el consumismo- ha encontrado una vez más una muy amplia adhesión en la juventud siendo absolutamente claros en nuestras ideas, que también se han expresado en lucha política con el gobierno en la campaña nacional. Por eso en Filo seguimos siendo una fuerte segunda fuerza que agrupa al activismo, y avanzamos con la minoría en el Consejo. En Sociales, el Chipi Castillo fue el candidato a director de la Carrera de Sociología más votado por los estudiantes, y la izquierda se quedó con la mayoría en las juntas de Sociología, Comunicación y Trabajo Social, y la minoría en políticas (para profundizar sobre Filo y Socio los invitamos a leer el post de la trinchera de Santi). Además, hemos hecho muy buenas elecciones en otras facultades como Fadu, Derecho o Exactas. Al PO le fue muy bien en facultades como Medicina y Veterinarias, pero aquí hay algunos debates por hacer que dejaremos para otro post, como también por Psico, donde se expresa un contenido no sólo muy distinto a Filo y Sociales (como dicen “lavandina, lavandina”), sino que hay que ver cuanto construido realmente hay bajo la chapa (en Psico sabemos que nada).
Se reafirma así, que a la izquierda del kirchnerismo no sólo no hay una pared, sino que hay una embrionaria fuerza política y social que se expresa tanto en las universidades como en el movimiento obrero. Esto es un dato muy importante para pensar las bases para avanzar en la ampliación de influencia y construcción de organizaciones clasistas y revolucionarias. Podemos decir entonces que la izquierda también tiene por qué sentirse “ganadora”, pero siempre y cuando no nos durmamos en el camino de construir esa fuerza social, quedándonos contentos con meros números y puestos superestructurales.
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Pasando a la llamada “izquierda independiente”, donde La Mella es la principal fuerza, también tuvieron triunfos importantes y tienen qué festejar: en Filo ampliaron la diferencia con el Plenario de Izquierda, en Exactas y Sociales, mantuvieron la conducción de los centros. La Juventud Rebelde(Way) viene a ser el salamín entre el pan de las simpatías al gobierno -y sus medidas más progres- y el pan de la simpatía a la izquierda. El famoso “ni tan tan (k), ni muy muy (zurdo)”. Pero ojo al piojo, que el salamín no es “no perecedero”, tiene fecha de vencimiento. Podríamos decir que l@s chic@s son hijos del 2001, pero de su desvío: surgieron al calor de la recomposición del régimen y de reformas por arriba para contener y dar respuesta a las aspiraciones de masas. Por eso, su política (y triunfos) tiene asidero en la actual situación de conservadurismo, pasividad y reformas, pero a medida que el desvío kirchnerista se acerca a su fin, los grises empiezan a definirse, sobre todo si se agudiza la lucha de clases y el gobierno profundiza su giro a derecha. Disfruten esta nueva vuelta, porque muy pronto tendrán que empezar a tomar opciones: o se alinean más con el gobierno (y vuelven a votar a Tomada) que busca cada vez más “orden” y dan un salto en el apoyo a las medidas de contención (y en sus alianzas con La Cámpora como ya hicieron en Ciencia Política y Derecho), o enfrentan al régimen y al gobierno que quiere recomponerlo cada vez más. Algunos ya han emprendido el camino de las opciones claras, como los que se fueron a militar La Cámpora y al Evita, o a la burocracia estatal. Y cuidado en el Consejo Directivo de Sociales, a ver si les pasa como en filo y nos queda unicato K.
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Al parecer, todos tienen su “mesa de Necochea”, pero sin triunfos categóricos ni hegemónicos. Igualmente, cualquier triunfo electoral o cargo conquistado no tiene valor en sí mismo para nosotros, sino que los pensamos ligado a forjar una juventud obrera y estudiantil combativa, movilizada y revolucionaria, que hoy aproveche al máximo las oportunidades que se presentan en tiempos de paz, pero pensando su intervención los procesos de la lucha de clases, junto a los trabajadores, y dando pasos que sean preparatorios para vencer.
pd: ya que estamos ¡Feliz día de la primavera! Acá un tema recomendado por una gran amiga.